Los griegos comenzaron a usar mármol para sus esculturas exentas a finales del siglo VII a.n.e. cuando se abrieron las famosas canteras de Naxos, Paros y Samos. La figura masculina, desnuda y de pie, se convirtió en un tipo de escultura muy importante, cuyo desarrollo continuó de forma progresiva durante los períodos arcaico y clásico con la aparición gradual de los movimientos, las emociones, las edades y sentimientos diversos, y que adquirió un interés renovado en el siglo IV a.n.e. El torso de este joven sátiro vestido solamente con una piel de animal que cae sobre su hombro izquierdo. Sus piernas se entrecruzan, recostado sobre lo que seguramente era su codo izquierdo, en un tronco de árbol cuyos vestigios aún pueden observarse en la parte superior del hombro izquierdo. Pertenece a un prototipo de los que se conocen cerca de veintitrés copias, siendo la de nuestra colección una de las más logradas. El desplazamiento de la cadera y los ángulos opuestos de los hombros forman una suave curva comúnmente asociada a las obras del escultor Praxiteles.